Dónde comer en Vuelta de Obligado

En una zona privilegiada del Paraná, la playa pública de Vuelta de Obligado es otra vez el éxito del verano. Con acceso gratuito al río y servicio de guardavidas durante la temporada, es un buen plan para pasar el día, con hay muchas opciones para comer o picar algo.  

Con una vista imponente al ancho río Paraná, frente a la playa, el Parador 22 Obligado ofrece un sitio para sentarse y descansar al aire libre, bajo una frondosa arboleda. Su menú es amplio: rabas, variedad de fritos, pizzas, empanadas, lomitos, ensaladas, picadas, por ejemplo. De noche, guirnaldas de luces hacen del parador un lugar acogedor para disfrutar de una cerveza bien fría en la tranquilidad de la noche de Vuelta de Obligado.  

En plena playa, el parador Obligado Beach tiene opciones para comer —fritos, hamburguesas, lomitos y milanesas—, pero su mayor atractivo es una variada carta de coctelería. "Hacemos caipiriñas, mojitos, fernet, campari, daikiris y licuados de todas las frutas", enumeraron desde el puesto. 

En el sector del viejo monumento, la tradicional familia Batipeda-Salomón recibe a los visitantes con productos artesanales La Familia. Se pueden degustar salames, quesos, bondiolas y comidas preparadas, además de pastelería.   

Descendiendo por las escaleras del monumento, frente a la cancha de beach vóley, está Comidas Titito, un resto bar donde es posible degustar variedad de pescados, tartas, empanadas y diferentes sándwiches.  

En el sector de la playa, los habitantes del pueblo son los encargados de recibir a los turistas y sampedrinos con diferentes propuestas de carribares. 

Graciela Villar, con su puesto "La Grachu", ofrece empanadas, pizzas, papas fritas, salchipapas y bebidas. Las empanadas de tarucha son las preferidas. 

Los sándwiches de bondiola son la especialidad del carribar de Regy, además de los panchos y las hamburguesas. "En general, estamos hasta que la gente se vaya", precisó su encargada, Regina, sobre los horarios.

Por su parte, Lo de Marce ofrece alfajores de chocolate, de maicena, grisines, cremonas y pasta frola, todo listo para la merienda. 

Para quien disfruta de la comida "bien criolla", el parador Food Truck ofrece sándwiches de bondiola, churrasquitos con papas fritas y choripanes, además de opciones más populares para los chicos. 

Para el día de playa también hay licuados y batidos del carrito de Dis-fruta; fiambres artesanales de la mano de José para llevar de recuerdo; helados, en el puesto de Daiana; agua caliente y torta fritas en el de Mónica; los licuados de Hugo; los puestos de Javier y Pablo con sus sándwiches calientes y papas fritas; y el de Noelia, con cosas dulces para el mate.