Aire Libre

Escalera de las flores

La licenciada en arte Mariana Maroli y la arquitecta María Luz Méndez son las autoras de un proyecto de mosaiquismo para embellecer la escalera que es continuidad simbólica de calle Mitre y que desemboca en el Paseo Público Municipal. 
Se trata de la primera escalera en el país intervenida con mosaicos en un espacio público natural, y sus motivos están inspirados en flores autóctonas o de tradición en San Pedro. 
Su confección demandó la participación de cientos de voluntarios que, desde todo el país, enviaron flores que fueron colocadas luego con la coordinación de las mosaiquistas y la ayuda de las manos de los alumnos que fueron parte de talleres de aprendizaje de la técnica, que se dictaron en el marco del proyecto. Quienes deseen llevarse un recuerdo en imágenes no deben olvidar pasar por “La escalera de las Flores". 

Manzanillas
El primer tramo de la escalera está dedicado a esta planta medicinal cuyo uso está muy difundido debido a sus propiedades y beneficios para la salud. Su flor de pequeños pétalos blancos y centro amarillo adornan los primeros cinco escalones en la base de la escalera. 

Rosas
La flor más representativa de San Pedro tiene su homenaje en el segundo tramo. El cultivo de rosas fue históricamente una de las características del paisaje sampedrino y decenas de viveros se dedican a su producción, cuyo esplendor supo mostrarse, en otros tiempos, en exposiciones y en una fiesta en la que se elegía a una reina. 

Duraznillos de agua 
Este flor sencilla pero hermosa, con sus característicos cuatro pétalos en forma de cruz, corona el tercer tramo de la escalera. Es una especie propia de la flora bonaerense, muy fácil de observar sobre el Delta del Paraná y en las orillas de nuestro río. La flor central está delineada íntegramente de venecitas, obra del artista Fernando Bekir, mientras que las flores que la rodean fueron confeccionadas en vitrofusión, cerámica y mosaicos. 

No me olvides 
El diseño del cuarto tramo, dedicado a esta flor de color azul intenso con una intrincada geometría, trajo consigo una visita desde Brasil. El mosaiquista Luciano Torres llegó desde el país carioca con sus conocimientos sobre “cortes perfectos”. El resultado fue un corazón azul, con un interior recubierto de No me olvides que encajan a la perfección. 

Campanillas  
El quinto tramo de la escalera homenajea a esta flor, que sabe poblar la barranca sampedrina, los tapiales, los alambrados y los senderos en las zonas rurales. La campanilla central, con su hoja, fue obra de la artista Norma Rodicio Martinez. A medida que se avanza subiendo los escalones, el motivo —confeccionado en vidrio— comienza a brillar en diferentes tonos. Ese tornasolado es la llamada de atención perfecta para acercarse al conocer en profundidad una escalera repleta de detalles para descubrir.

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