8 de Septiembre: Día de la Virgen del Socorro

Cada 8 de Septiembre San Pedro le rinde homenaje a su patrona, Nuestra Señora del Socorro, por lo que se la peina (su cabello es natural), se le cambia el vestido y se la lleva en procesión. Durante todo el mes permanece al alcance de la población que se acerca a su altar para orar, o simplemente estar en su presencia. Esta es su historia:

La imagen de la virgen fue solicitada a España y trasladada al pueblo de Borburata, junto con otra virgen.

La leyenda dice que se confundieron las imágenes, enviaron la imagen de Nuestra Señora del Socorro al Perú, mientras que la Dolorosa quedó en el pueblo.

Desde el altiplano hicieron el reclamo pero, según el poeta Andrés Eloy Blanco, desde estos pagos contestaron: “Pueblo no cambia virgen”.

La primera noticia que se conoce de una imagen de la Virgen María con la advocación de Nuestra Señora del Socorro proviene del convento de los padres Agustinos de Mallorca.

El sacerdote Juan Exarch, agustino, fue destinado en 1480 para fundar un convento de la orden en Palma de Mallorca, respetando la voluntad para que la Virgen del Socorro, de la cual era muy devoto, fuese venerada en Mallorca.

La Santísima Virgen cumplió sus deseos, obrando un gran milagro al visitar a un enfermo incurable que al encomendarse a su devoción recuperó su salud. Agradecido, el enfermo y su mujer donaron sus bienes y sus tierras para que se edificase en Palma el convento con el título de Nuestra Señora del Socorro. (Datos obtenidos de las antiguas publicaciones existentes en la parroquia ubicada en calle Juncal 876, cerca de Retiro).

En San Pedro desde 1763 acompaña a la población, cuando fue traída desde Oruro Bolivia con la expresa condición que fuera nombrada Patrona del lugar, el responsable de su llegada fue el Fraile Fray Alonzo del Pozo a quien se lo envió al Alto Perú a recaudar donaciones para poder seguir construyendo e convento que funcionó por 72 años, desde la calle Máximo Millán hasta los miradores.

Al llegar a Oruro, el fraile se encontró con muchas donaciones y entre ellas la imagen de la virgen española, vestida, sentada en una sillita de madera con su hijo en brazos, tal y como aún se encuentra.