Casa-Museo Fernando García Curten

Detrás de la puertita más negra de la calle Mitre, además del hogar de la poeta y profesora de danza Susana Tosso y de su esposo, el artista plástico Fernando García Curten, se encuentra la Casa-Museo. Tras atravesar un patio vívido de plantas y gatos, al fondo de la casa hay tres salas destinadas a la exposición de esculturas, collages, dibujos y pinturas del artista sampedrino. 

En sus esculturas, García Curten utiliza pedazos de chatarra, madera rota y carcomida - basura atada con clavos y alambre - que el artista junta hasta llegar a la figura de un Cristo en la cruz, un ángel en pleno vuelo o la desesperación de un ciclista proveniente de Hiroshima. 

Su obra, para nada inofensiva, tan distante de la escena artística nacional como celebrada por grandes protagonistas de la misma - entre ellos Luis Felipe Noé, Ernesto Sabato y Eduardo Stupía -, conserva una estética ferozmente marcada por la crueldad y el terror social. En un ensayo que forma parte del libro “Las palabras y los días”, Abelardo Castillo dice:  “El arte de Fernando García Curten es un arte agónico. Demasiado talentoso para la frivolidad, demasiado rebelde para la desesperación. García Curten encontró en sí mismo una forma de arte y probó una etimología. Agonizar, ya lo sabían los griegos, es lo mismo que luchar.” 

La Casa-Museo actualmente se encuentra cerrada por refacciones, pero invitamos a conocer más sobre la obra en la página oficial del artista http://www.fernandogarciacurten.org/ , así como también se puede encontrar información al respecto en un libro publicado en el año 2016 “Fernando García Curten, un reflejo en la penumbra” escrito por Marcos Kramer, o en el documental que se estrenó en el año 2019 “Lo intangible” dirigido por Matilde Michanie.

Desde su casa de la calle Mitre 1472, este artista que se refugia a la vez que ataca junto a sus obras, es sin duda, una de las figuras más preciadas que guarda la ciudad de San Pedro.