El Palacio Municipal que sepultó el viejo convento de los Recoletos

En 1888 el edificio del convento era el más importante; en su entorno giraba la vida de todos y cada uno de los ciudadanos a pesar de sus muchas deficiencias edilicias.

Es por este motivo que el primer intendente del partido, Máximo Millán, presentó un plano diseñado por el arquitecto municipal Nordman a las autoridades del Concejo Deliberante para comenzar la construcción del edificio destinado a ser el nuevo palacio municipal argumentando que se necesita uno que se ajustara a las necesidades de la población.

Por ese motivo y lamentablemente para el patrimonio histórico que hoy se añora, comenzaron con la demolición de aquel convento; la matriz de un pueblo que no pudo entender en ese momento lo que significaría perder semejante reliquia histórica.

En su lugar se comenzó a levantar el nuevo edificio, pero al año de iniciar la obra y por falta de fondos los trabajos quedaron paralizadas durante bastante tiempo. No se conoce la fecha exacta de su inauguración, pero sí se sabe que en 1892 se ocuparon algunas salas.

Recién en 1905 todo lo concerniente al palacio municipal quedó terminado (veredas, patios, piso de la galería, etc.), en cuanto al reloj de la torre estuvo instalado mucho tiempo antes de la inauguración del edificio, a punto tal que al poco tiempo de ser instalado dejó de funcionar y fue reemplazado en 1896 por el que puede verse hoy en día.

Su salón principal o de actos, se inauguró en 1902 con los espejos y lámparas que actualmente luce y bajo el nombre de "Salón Dorado Municipal".

Las pinturas y los frisos que comprenden el techo fueron realizadas por Rafael Tintori y restauradas superficialmente por Miguel Prelato, quien agregó el escudo institucional en una de sus esquinas y otros detalles al cumplirse los cincuenta años de nuestra ciudad.

Es un edificio de estilo Neo Clásico español, con torre central con reloj y patios interiores. En uno de ellos se encuentra un aljibe de época y en el lugar se hallaron algunos restos de los pisos del antiguo convento.