Teatro Wojtyla: historia, color y cultura
La histórica Casona de 1890 tiene nueva vida: Marina Seery y Pedro Amarilo, tras 5 meses de refacciones, inauguraron el teatro Wojtyla, un espacio cultural que albergará talleres, obras y un café literario.
La restauración y reparación del edificio —construído a pedido de Felipe de Las Heras y donde transcurrió la vida de su hijo Luis Felipe, intendente de San Pedro— estuvo a cargo de los arquitectos María Luz Mendez y Mariano Brañas.
"Esta puesta en valor intenta destacar el edificio neoclásico, con pórticos, un acceso muy
ornamentado, con capiteles de orden corintio, donde aparecen elementos como las columnas, el basamento. Todo hubo que recuperarlo", detalló Mendez.
Las reformas, de mucha complejidad técnica, implicaron tareas de protección de la estructura, un aislación completa de un techo poblado de grietas, la intervención con hierro en perfiles, recuperación de pisos, aberturas y objetos decorativos.
Un vibrante color naranja en la fachada —que generó una polémica oportuna para debatir la
importancia del patrimonio cultural— se impone en la visión de quien observa el casco histórico sampedrino desde la plaza Constitución. La referencia de los arquitectos fue el Museo de Bellas Artes de Buenos Aires, con el característico color elegido por Alejandro Bustillo en la década del 30 para ese imponente edificio.
"Es un color energizante, que vibra, que renace y le da nuevo valor y uso al espacio. Es un
tema cultural. Atraer a la gente a nuevos espacios, buscar un diálogo", puntualizaron los arquitectos a quienes Seery y Amarillo encomendaron la remodelación.
Otros artistas participaron de la propuesta: las pátinas de las paredes interiores fueron realizadas por el artista plástico Claudio Hernández, quien coordinó y ejecutó las tareas de pintura en general. Además, el inconfundible arte del diseñador Mache González se observa en la cartelería y el logotipo del emprendimiento.
La restauración de la histórica casona, que forma parte del Paseo del 900, cuidó todos los
detalles: las arañas de bronce, los picaportes, la histórica chimenea en el sector de distribución; el patio colonial con su fuente original y un tradicional piso damero, los cantos de las arcadas con su destaque, los calcáreos conservados de una restauración anterior a cargo del arquitecto Jorge Bertani; el ladrillo a la vista en la sala de teatro, que muestra las “cicatrices” de una construcción repleta de historias.
“En esta casona se cuidó el patrimonio a través de cosas que no se van a ver. Se acondicionó con el trabajo de más de 20 personas, en 5 meses. No fue un trabajo de pintura, sino que se restauraron las instalaciones y los artefactos”, explicó Brañas.
Actividades culturales.
La sala teatral del grupo Wojtyla, a cargo de la docente y dramaturga Marina Seery, ya está en funcionamiento y los talleres que se dictarán tendrán estas opciones: teatro, expresión corporal, danza expresiva, canto, yoga, eutonía, teclados y creatividad, taller literario, DJ, música para niños, entre otras. Para más información, comunicarse al 3329-570184 o consultar en Pellegrini 378. El café abrirá en las próximas semanas.